Es habitual que, tras una sucesión, uno de los herederos permanezca ocupando el inmueble mientras los demás quedan excluidos. Esta situación puede generar tensiones y conflictos legales prolongados.
El heredero no ocupante conserva derechos sobre el bien y puede exigir compensaciones, rendición de cuentas o la partición judicial del inmueble. Todo depende del estado del proceso sucesorio y de la conducta de las partes.
Un abordaje legal adecuado permite equilibrar la situación y resguardar los derechos patrimoniales de cada heredero.